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¿Sabías que la enfermedad celíaca ahora es reconocida como una de las enfermedades crónicas más comunes en el mundo? Los síntomas son desencadenados por el gluten, que es una proteína que se encuentra en el trigo (incluido la espelta y el kamut), la cebada, el centeno y el triticale (un cruce entre el trigo y el centeno). Para aquellos con enfermedad celíaca, el sistema inmunológico del cuerpo responde al gluten de una manera diferente a aquellos que no tienen la enfermedad. El consumo de gluten produce inflamación y daños en el revestimiento del intestino delgado, lo que reduce la capacidad de absorción de hierro, calcio, vitaminas A, D, E, K y ácido fólico.

Hace unos años se conocía como una enfermedad rara que afectaba solo a niños, pero ahora se sabe que es más común y millones de personas la padecen en todo el mundo. La intolerancia al gluten es una enfermedad genética y aquellos con un familiar cercano con una alergia al gluten tienen un mayor riesgo de sufrirla. Para algunas personas, la enfermedad se encuentra latente hasta que es desencadenada por un evento que incrementa el estrés o simplemente aparece con el tiempo.

Identificar los síntomas de intolerancia al gluten puede evitar que uno tenga un diagnóstico incorrecto, ya que la intolerancia al gluten puede ser fácilmente malinterpretada como otra enfermedad en el sistema digestivo. Esto se debe principalmente a las similitudes en los síntomas que muestran estas enfermedades digestivas.

pizza con harina sin gluten

¿Cuáles son los síntomas de la intolerancia al gluten?

Los síntomas de una intolerancia al gluten son muy parecidos a los experimentados con otras alergias alimentarias, pero pueden variar ampliamente entre cada individuo. Los problemas digestivos son comunes con la enfermedad celíaca, especialmente en bebés y niños. Pueden incluir dolor y distensión abdominal, vómitos, estreñimiento, diarrea crónica o heces pálidas, grasas o con mal olor. La pérdida de peso es común en niños como resultado de estos síntomas. La intolerancia al gluten también puede conducir a defectos en el crecimiento y desarrollo.

Muchos síntomas pueden atribuirse a otras afecciones, por lo que es posible que no se diagnostiquen de inmediato. Los síntomas pueden incluir dolor en los huesos y articulaciones, artritis, anemia, fatiga, pérdida ósea u osteoporosis, convulsiones, hormigueo o entumecimiento en las extremidades, úlceras bucales y dermatitis.

Las mujeres también pueden experimentar problemas reproductivos como períodos menstruales irregulares o infertilidad. La intolerancia al gluten puede llevar a síntomas más graves. Debido a que la respuesta del cuerpo a una alergia al gluten es atacar las vellosidades del intestino delgado, el cuerpo tiene una capacidad reducida para absorber los nutrientes de los alimentos.

También pueden producirse enfermedades hepáticas o cánceres digestivos. Muchas personas con enfermedad celíaca tienen otras afecciones en las que el cuerpo se ataca a sí mismo. Estos pueden incluir diabetes tipo 1, enfermedad tiroidea autoinmune, enfermedad hepática autoinmune, artritis reumatoide, enfermedad de Addison o síndrome de Sjogren.

Los síntomas de estas afecciones pueden incluir micción frecuente, trastornos o problemas de la visión, tiempo de curación lento, pérdida o ganancia de peso, ictericia, rigidez articular, debilidad o fatiga muscular, irritabilidad o aumento de la aparición de infecciones. Muchas de estas afecciones tienen síntomas similares a la intolerancia al gluten, que pueden enmascarar la alergia subyacente al gluten.

¿Qué hacer si tienes alguno de estos síntomas?

Debido a la variedad de síntomas que acompañan a la enfermedad celíaca y la probabilidad de que también se presenten afecciones más graves, es recomendable que hables con tu médico si experimentas alguno de estos síntomas de forma regular. Llevar el control de los alimentos consumidos, por ejemplo anotándolos en un diario, puede ser útil para diagnosticar la afección si se puede relacionar el gluten con los síntomas. Ten en cuenta que el gluten, aunque generalmente se encuentra en determinados alimentos como el pan y la pasta, también es posible encontrarlo en otro tipo de alimentos que no esperaríamos, como algunos condimentos e incluso medicamentos. Para confirmar un diagnóstico de alergia al gluten, tu médico puede realizar análisis de sangre o solicitar una biopsia intestinal.

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Existen diferentes grados de intolerancia al gluten

Por estas razones, el diagnóstico temprano y una dieta estricta sin gluten es extremadamente importante. A veces, las personas con celiaquía pueden consumir pequeñas cantidades de gluten sin ningún síntoma, pero aún pueden producirse daños en el tracto intestinal que pueden tener consecuencias negativas para la salud.

Para aquellos con enfermedad celíaca, los retrasos en el diagnóstico y no seguir una dieta estricta sin gluten puede ocasionar una mala salud crónica, anemia (cuando la cantidad de glóbulos rojos sanos en el cuerpo es demasiado baja), un mayor riesgo de infertilidad en ambos hombres y mujeres, osteoporosis y ciertos cánceres del tracto gastrointestinal.

¿Qué alternativas existen para una dieta sin gluten?

alternativas para la dieta celiaca

Hace unos años era realmente difícil encontrar productos sin gluten en el supermercado. Ya que la enfermedad aún no era tan conocía no existía una amplia selección de productos alternativos. Pero gracias a que los tiempos han cambiado, han surgido muchas opciones y es muy fácil encontrar estos productos en casi cualquier supermercado. Si padeces de intolerancia o sensibilidad al gluten, no tendrás problema en encontrar una alternativa. Simplemente busca en tu supermercado ya que probablemente tengan una selección de productos sin gluten.

Entre los alimentos sin gluten más populares encontramos:

  • Pastas elaboradas con harina de legumbres en lugar de harina de trigo. Aunque su precio es un poco más elevado, en algunas ocasiones merece la pena su consumo. Son una buena alternativa a la pasta convencional y además permiten incrementar nuestro consumo de proteína en la dieta.
  • Pan elaborado con harina de maíz como alternativa al pan convencional. Una buena opción si aún no estás listo para sacrificar el pan por completo o estás en un proceso de transición para eliminarlo de tu dieta.
  • Cereales sin gluten como la quinoa, el amaranto, arroz, trigo sarraceno. Atención con la avena que a pesar de ser un cereal libre de gluten por naturaleza, es común que contenga trazas del mismo debido a los procesos de fabricación.
  • Bases para pizza sin gluten. Aunque no es algo que deberíamos comer tan a menudo, es bueno saber que hay opciones disponibles.

Es fantástico saber que cada vez es más fácil seguir una dieta sin gluten debido a la creciente demanda de alimentos sin gluten. A la vez, muchos de estos productos son cada vez más asequibles facilitando mucho las cosas para las personas que necesitan consumirlos a diario.

 

 

Fuentes y Referencias: